Estaba en un bar un sábado por la noche tomando una cerveza con mi hermano y dos amigos, había buena música en el lugar y ya habían pasando unas horas desde nuestra llegada, nos dirigimos desde el interior hacia el exterior para tomar un poco de aire. Ese día llevaba puesto un buzo de mi banda favorita, unos jeans y zapatillas converse.
Mi cuerpo es pequeño y esbelto, aunque tengo una altura promedio, ojos verdes, pelo castaño claro, un culo grande y unos pechos de talla XL.
Comenzó a hablarme pero se reía sola, y me dí cuenta que se encontraba en estado de ebriedad y comenté:
- Necesitas ayuda? Te encuentras bien?
- Estoy bien, un poco ebria solamente.
- Ponte en el lavabo que te mojaré la nuca.
Aproveché el momento, y aunque hasta ese día sólo me había masturbado viendo pornografía lésbica, comencé de a poco a mojar su cuerpo disimuladamente. Levantó su cabeza, me miró intimidante y comentó riendo:
- Me has mojado completa, gracias por la ayuda.
E inmediatamente viendo mi buzo mostró su remera con el logo de la misma banda, y ahí estábamos... comentando sobre la banda cuando ella me aprisionó contra la pared disimuladamente y me dio un pequeño abrazo justificado por su estado de ebriedad.
Me comentó que tenía el mismo buzo que yo y que lo habíamos comprado en el mismo lugar, seguidamente recorrió mi cuerpo con sus manos rozando mis pechos por arriba de la ropa diciendo que le encantaba ese buzo, contesté con un simple "A mí también", mientras no podía dejar de pensar en lo loca y caliente que me estaba poniendo esa chica, ella preguntó: Qué te gusta? Y yo no sabía que contestarle, podría haberle dicho: Vos me gustas, me calentaste por demás y me encantaría tirarte en una cama y sentarme arriba de tu conchita cabalgando, mientras unimos nuestros clítoris duros y mojados aprisionando entre sí; pero nada le contesté.
Se acercó, volvió a aprisionarme contra la pared mientras me rozaba con su cuerpo y se fregaba despacio hasta que sus labios llegaron hasta los míos y me besó con pasión.
Inmediatamente nos metimos en un cubículo del baño y comenzamos a besarnos intensamente mientras yo acariciaba su cuerpo. Ella llevaba unas calzas muy finas y una remera, y mientras la besaba tenía mis manos en sus dos nalgas redondas y prominentes que apretaba con pasión mientras de a poco iba también apretando su ano y vagina con mis dedos.
En ese mismo momento, mientras ella jugaba con mis pechos por encima de la ropa la alcé en mis caderas levantando su remera y comencé a besar sus pechos pequeños y juguetones.
Al bajarla ella levantó mi ropa y mordió suavemente mis pezones duros mientras tocaba mi vagina por arriba del pantalón, yo la besaba con muchas ganas porque su boca tenía unos labios hermoso y carnosos y una suavidad inexplicable.
Ahí mismo no aguanté más y metí mis manos adentro de sus calzas en la zona de su vagina, comencé a frotar su clítoris con velocidad mientras ella levantaba una pierna acomodándose para darme más espacio al tocarla.
Cuando su calentura estaba a máximo nivel, penetré su vagina haciendo círculos mientras con el dedo indice y el medio la penetraba, con el pulgar frotaba su clítoris.
Ella estaba muy mojada y yo también, por lo tanto, pude meter 3 dedos dentro de su vagina y penetrarla con fuerza y rapidez, gemía y gritaba desesperadamente hasta que se dió vuelta, se agachó dejando su culo delante mio rozándome y pidiéndome que lo penetre.
Así lo hice, penetré su culo con fuerza mientras tocaba sus tetas y ella gritaba desesperada.
Su orgasmo llegó, luego de bajar su nivel de excitación tomó mi mano y lamió todos sus jugos.
Ahí mismo me besó apasionadamente y tocaron la puerta del baño, tuvimos que salir de ahí despeinadas y excitadas como estábamos.
Luego me separé de ella y hasta hoy no he vuelto a verla, aunque espero encontrarla y volver a vivir ese momento pero en una cama.
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