Le fui infiel y no lo merecia I

Mi nombre es Sonia vivo en Caracas, Vnezuela, casada hace 20 años con un hombre maravilloso. Soy blanca, pecosa en mi espalda y busto,cabello negro azabache, de 1.65 de altura, ojos grises y grandes, boca sensual y nariz perfilada, buenas caderas y cinturita pequeña a pesar de mis dos hijos, senos 38. que mi mismo esposo costeo de su bolsillo para verme mas sensual, pero eso si no redondas sino mas bien con una leve caida para verlos mas sensuales y naturales, un trasero paradito y duro sin una celulitis , piernas rellenas y bellas y unas manos y pies los cuales me los arreglo cada 15 dias, y segun mi esposo podria comerse en ellos de lo bellos que son,

y para complementar 5 tatuajes a peticion y escogidos por el mismo. Uno en el seno izquierdo con una rosa roja , el otro en el coxis bien grande de unos 20 ctms de ancho que semeja a una cobra al acecho de una manzana , un tercer tatuaje en mi tobillo una mujer empuñando una espada y envuelta en llamas de fuego, el cuarto en mi nalga derecha unos labios semi abiertos a color tambien y un quinto y ultimo tatuaje su nombre IVAN en mi nuca como sieñal de que soy de su propiedad. En todos estos años he vivido los dias mas felices que una mujer pueda soñar, atendida con respeto cariño y amor. Con una casa hermosa de dos niveles y dos buenos carros , uno lo conduce el y el otro yo. En cuanto a nuestrs relaciones intimas las mejores del mundo, completamente plena y satisfecha , imaginativa y rompiendo todos los estereotipos para un matrimonio de tantos años, haciamos el amor casi todos los dias, en realidad era feliz muy feliz y no nos faltaba nada. Yo ejerzo la contaduria al igual que el, de hecho nos conocimos en el trabajo. Yo tengo 40 años y el 50. Teniamos una firma de Contadores Publicos y nos iba muy bien, un dia en el mes de Septiembre dimos ingreso a otro contador, moreno de 1.80 de altura aproximadamente, mi esposo mide lo mismo que yo, osea 1.65, Franz era fuerte y ancho y con brazos y pectorales perfectos y muy apuesto para ser honesta. Trabajabamos hasta tarde los tres y a veces le dabamos un empujon hasta su aprtamento. Esa situacion se prolongo por unos 3 meses, en cierta ocasion mi marido Ivan se sentia cansado y se fue como a las 6:00pm de la oficina, y me dijo te vas o te quedas mi vida? Y como teniamos mucho trabajo que entregar le replique voy a queearme un rato mas, Ok. me contesto y sugirio que no me fueran tan tarde y que llevara a Franz algo cerca de su vivienda a lo que asenti con mi cabeza, hasta ese momento, Franz no me inspiraba nada mas que admiracion por su buen gusto al vestir y de ser muy varonil. Cerca de las 8:30pm le digo no aguanto Franz mejor nos vamos y el me contesa lo que tu digas Vanessa que es mi segundo nombre, eso me gusto, le sonrei y dije como sabes que me llamo Vanessa y afirmo tu marido me lo dijo la otra vez. Cerramos la oficina y nos dispusimos a marcharnos, en el estaiconamiento abrio mi puerta , subi y me acomode al frente del volante, quitando el seguro de la puerta del copiloto par aque el subiera, arranque el carro y cojimos la autopista que va rumbo a su casa, desde mi operacion deje de usar sostenes por lo que mis pezones sobresalian de todas las piezas de vestir que usaba y cuando hacia frio se paraban al maximo haciendome mas sugestiva provocativa y sensual , yo lo advertia pero en realidad no le daba importancia porque incluso Ivan se excitaba mucho al verme asi y me los tocaba con disimulo en la oficina cada vez que podia, me acostumbre a sus caricias y esto me ponia claiente y muy humeda. Usaba faldas cortas y en el automovil se subian mucho al punto que si me descuidaba se veian mis pantaletas, ese dia asi paso y Franz cuando se inclino para tomar el encendedor del carro y prenderme un cigarrillo volteo e imagino vio mis tangas blancas trasparentes y a traves de ello, mi rajita, papo o boyo como se le dice aqui en Caracas, aunque es mas comun decirle cuca. Esto me puso nerviosa y las cerre abruptamente, pero al cabo de unos minutos, pensativa me dije voy a abrirlas nuevamente y Franz ni corto ni perezoso se echo hacia adelante y la miro nuevamente, aunque ya desde hacia rato me observaba los pezones totalmente erguidos, en este punto debo confesar que mi boyo empezo a mojarse copiosamente. Esta es mi primera entrega y ya tengo el borrrador de la 2da.y 3ra.entrega de un relato 100% real. Hasta pronto. Vanessa